Que los pequeños agricultores reciban una remuneración justa por su precioso trabajo.
–Que se corresponda con salarios dignos
a quienes trabajan en el campo.
–Que se privilegie a las personas y no al dinero.
–Que digamos “no” a la economía de inequidad.
¡TE LO PEDIMOS A TI, PADRE CELESTIAL.
Papa Francisco - Abril 2016
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