martes, 4 de noviembre de 2014

Conferencia Episcopal Argentina: Comisión Ejecutiva "El aborto nunca es solución"


El aborto nunca es solución

 (Comisión Ejecutiva, 4 de noviembre de 2014)


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La Vida es un Derecho Humano Fundamental

Ante la posibilidad del tratamiento en el Congreso Nacional de proyectos que buscan despenalizar el aborto, queremos recordar y poner al servicio de toda la comunidad, especialmente al Poder Legislativo, las últimas reflexiones que hemos formulado sobre este tema. “En continuidad con las enseñanzas de Jesús, sostenemos el valor de toda vida humana, pero nos sentimos especialmente llamados a cuidar y promover la vida frágil, expuesta o en riesgo. Por eso nos preocupa especialmente una de las etapas de mayor fragilidad, la del comienzo de la vida”1 .
“Sabemos, porque la ciencia así lo demuestra, que la vida humana comienza desde el momento de la concepción, en la que se configura un ser humano nuevo, único e irrepetible”2.  “Queremos afirmar con claridad: cuando una mujer está embarazada, no hablamos de una vida sino de dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas. La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana que ha de ser tutelada jurídicamente.
 El derecho a la vida es el derecho humano fundamental"3. “Nuestro país tiene una sabia y humanista tradición jurídica de protección de la vida humana desde la fecundación. Esta protección, lejos de ser expresión de una visión religiosa, es manifestación del respeto que merece cada vida humana y que está en la base del funcionamiento del sistema de derechos humanos”4.  Esto ha sido ratificado recientemente por la sanción del nuevo Código Civil y Comercial al expresar que “la existencia de la persona humana comienza desde la concepción”5. “Una decisión legislativa que favoreciera la despenalización del aborto tendría consecuencias jurídicas, culturales y éticas. Las leyes van configurando la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una cultura de la muerte. La ley, en cuanto base de un ordenamiento jurídico, tiene un sentido pedagógico para la vida de la sociedad”6. Recordamos también las expresiones del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: “Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. Si esta convicción cae, no quedan fundamentos sólidos y permanentes para defender los derechos humanos, que siempre estarían sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno (…) Precisamente porque es una cuestión que hace a la coherencia interna de nuestro mensaje sobre el valor de la persona humana, no debe esperarse que la Iglesia cambie su postura sobre esta cuestión. Quiero ser completamente honesto al respecto. Éste no es un asunto sujeto a supuestas reformas o «modernizaciones». No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana”7. Invocamos la asistencia de Dios para que nos ilumine y nos ayude a acoger con grandeza de corazón toda vida humana. Que María Santísima, nuestra Madre de Luján, nos acompañe en este momento que hace a la cultura de la vida en nuestra Patria.
Comisión Ejecutiva Conferencia Episcopal Argentina Buenos Aires, 4 de noviembre de 2014
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1. Cfr. “Celebrar la vida desde el comienzo” Comisión Ejecutiva CEA, 25/2/2011 2. Cfr. “Reflexiones y aportes sobre algunos temas vinculados a la reforma del Código Civil”, Documento de la 103° Asamblea Plenaria de la CEA, 27/4/2012 3. Cfr. “No una vida sino dos”, Declaración de la 159° Comisión Permanente de la CEA, 18/8/2011 4. “El embrión es uno de nosotros”, Declaración de la Comisión Ejecutiva de la CEA, 14/6/2012 5.  Código Civil y Comercial de la Nación, Ley 26.994, Art. 19 6.  “No una vida sino dos”, Declaración de la 159° Comisión Permanente de la CEA, 18/8/2011 7.  Cfr. Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Evangelii Gaudium”, n° 213 y 214

Día Nacional del Enfermo: Carta Pastoral a las Comunidades "Como Jesús detente, acercate, date"

Día del enfermo
La Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud invita a participar del
 Día Nacional del Enfermo, el próximo 9 de noviembre.
 Bajo el lema "Como Jesús detenete, acercate, date”,
 mediante una Carta Pastoral, los obispos integrantes de la comisión recuerdan
 que la Jornada es “una hermosa ocasión para que, frente a la desesperanza y los sufrimientos del hombre de hoy, dirijamos la mirada a Jesús,
 y aprendamos de él a fijar nuestra mirada atenta y a tender una mano generosa
 a nuestros hermanos que sufren”.

Domingo 9 de noviembre de 2014

DÍA NACIONAL DEL ENFERMO

Carta Pastoral a las comunidades

"Como Jesús detenete, acercate, date”
Queridos hermanos:
Este es el lema elegido por los delegados diocesanos de Pastoral de la Salud para el Día Nacional del Enfermo, que celebramos el segundo domingo de noviembre.
Es una hermosa ocasión para que, frente a la desesperanza y los sufrimientos del hombre de hoy, dirijamos la mirada a Jesús, y aprendamos de él a fijar nuestra mirada atenta y a tender una mano generosa a nuestros hermanos que sufren.
¡Como Jesús! Sí, como Jesús, que siendo de condición divina, se abajó, tomó la condición de servidor haciéndose semejante a los hombres (cf. Fil 2,6-7). "Ha venido para buscar y salvar lo que estaba perdido" (Lc 19,10), ydecir a todos: "Vengan a mi todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré” (Mt 11,28).
Dicen sus testigos, los Apóstoles, que él pasó haciendo el bien y dejó una clara orientación de cómo comportarnos con los demás: "Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos" (Mt 7,12).
Como Jesús, detenernos al borde de los caminos, donde hoy encontramos a tantos hermanos debilitados por el flagelo del hambre y de la violencia, de la desesperanza y de la soledad. Detenernos cerca del lecho del enfermo, en los hospitales, en los hogares de ancianos y en nuestras propias casas, donde hay personas enfermas necesitadas de una ayuda inmediata y concreta, o una simple mirada, una sonrisa, una mano amiga. Lo que desearíamos nos hagan a nosotros si estuviéramos en esa situación.
Como Jesús, el Buen Samaritano, acercarnos a los enfermos, a los débiles; acercarnos al hombre caído y herido por la dura realidad de la vida de hoy. iY darnos! No darle solo una ayuda pasajera, sino a nosotros mismos. ¡”Date” ! Podemos dar nuestro tiempo, la compañía, la oración. Sobre todo darle nuestro testimonio de fe y confianza en el Señor a través del servicio generoso y en la aceptación serena del propio dolor, unidos al sacrifico redentor de Cristo.
Toda la comunidad eclesial, pastores y fieles, debe integrarse en este servicio a los enfermos, y ser un evangelio viviente. Ser anuncio gozoso de un Dios que ama, que cura, que consuela y salva.
Gracias a Dios son muchos los pastores y fieles, que estimulados por la Palabra de Jesús: Vengan, benditos de mi Padre ... , porque estuve enfermo y vinieron a verme" (Mt 25, 34.ss), y siguiendo su ejemplo, se acercan a los enfermos, a los débiles y heridos, para acogerlos, cuidarlos, curarlos e infundirles fortaleza y esperanza. Los felicitamos y animamos a perseveraren esta hermosa misión evangelizadora.
En fin, para encarar una verdadera Pastoral de la Salud, necesitamos conocer profundamente a Jesús y aceptar su invitación a encontrarnos con Él, vincularnos estrechamente con El y dejarnos interpelar por la actual realidad sociocultural, religiosa y ambiental. Jesús nos llama a servirlo en nuestros hermanos enfermos.
María, nuestra Madre y Maestra, nos da una hermosa lección cuando dio su sí, y presurosa fue al encuentro de Isabel a servirla. Y permaneció cerca del Hijo, hasta al pie de la Cruz, y sigue estando cerca de la Iglesia, intercediendo por cada uno de sus hijos.
A todos los bendecimos y rogamos al Señor y a María les den fortaleza, esperanza y mucha paz.
       Mons. Aurelio J. Kühn ofm (Presidente)
      Mons. Emilio Bianchi Di Cárcano        Mons. José L. Mollaghan        Mons. Luis Stockler

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Conferencia Episcopal Argentina: Mensaje de la Comisión Ejecutiva "La vida humana no es descartable"

La vida humana no es descartable

(Comisión Ejecutiva, 22 de octubre)
Ante el tratamiento en la Cámara de Diputados de un proyecto de ley sobre “técnicas de reproducción humana asistida” (art. 1), la Comisión Ejecutiva siente el deber de dar a conocer su opinión y llamar a la reflexión sobre los valores subyacentes en este debate. Comprendemos los problemas que rodean a las situaciones de infertilidad y esterilidad y queremos expresar nuestra cercanía a quienes están sufriendo por ello. Alentamos la búsqueda de soluciones que procuren remediar sus causas y un acompañamiento interdisciplinario de las personas con tal padecimiento. Sin embargo, como hemos dicho en otras oportunidades, no todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable.
El proyecto mencionado, aunque declama buscar "la protección del embrión no implantado" (art. 1), propone la legalización del "descarte" de embriones (arts. 12, 19 y 20), la discriminación entre embriones (art. 14), la destrucción obligatoria y utilización de embriones para investigación (arts. 12 y 14), entre otras manipulaciones a la vida concebida. También genera problemas jurídicos en los que se puede ver afectado el derecho a la identidad de los niños concebidos por estas técnicas.
En tal sentido, el Estado no se puede retirar de su función de proteger la vida. Tampoco puede ceder un campo tan crucial como el de la procreación humana a intereses biotecnológicos que terminan convirtiendo al ser humano en un objeto. El abordaje de este tema debe ser integral, incluyendo una prioritaria promoción del instituto de la adopción. Ante la sacralidad de cada vida humana, que es única e irrepetible, estamos llamados a actuar con la máxima justicia y respeto por la dignidad de la persona.
En su exhortación "Evangelii Gaudium" el Papa Francisco llama la atención sobre la "cultura del descarte" que se verifica en distintos órdenes de la vida social y que "considera al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar" (EG 53).
El sentido de esta reflexión es buscar lo mejor para nuestra Patria y el bien de todas las personas. Ponemos esta declaración a los pies de nuestra Madre de Luján, para que nos ayude a cuidar la vida humana.
Comisión Ejecutiva
Conferencia Episcopal Argentina
22 de octubre de 2014
Memoria de San Juan Pablo II